Peeling Químico

Introducción al tratamiento

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El peeling químico es un tratamiento dermatológico que aplica sustancias químicas para exfoliar la piel y promover su renovación. Dependiendo de la profundidad, puede tratar manchas, arrugas, cicatrices y mejorar el tono y textura de la piel. Este procedimiento estimula la regeneración celular, mejora la apariencia facial y ofrece un aspecto rejuvenecido y uniforme con resultados visibles y duraderos.

¿En qué consiste?

Se aplica una solución química (ácidos como glicólico, salicílico, láctico, entre otros) sobre la piel que provoca una exfoliación controlada. Esto permite que las capas superficiales se desprendan y la piel nueva, más joven y saludable, emerja. Existen peelings superficiales, medios y profundos según el objetivo y la piel del paciente.

Beneficios

Mejora manchas y pigmentación.
Reduce arrugas finas y líneas de expresión.
Suaviza cicatrices y textura irregular.
Unifica el tono y aporta luminosidad.
Estimula colágeno y elastina.

¿Para quién está indicado?

Personas con manchas solares o pigmentarias.
Piel con arrugas finas o daño solar.
Pacientes con textura irregular o cicatrices superficiales.
Quienes buscan un rejuvenecimiento facial no invasivo.

Duración y sesiones

Duración: 30-60 minutos.
Número de sesiones: 3 a 6 sesiones, una cada 3-4 semanas.

Antes y después

Antes: piel con manchas, arrugas finas y tono desigual.
Después: piel uniforme, luminosa y rejuvenecida.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Duele el peeling?
Puede causar ardor leve y sensación de escozor.
¿Cuándo se ven resultados?
Tras la descamación, a partir de la primera semana.
¿Cuánto dura el efecto?
Meses, dependiendo del cuidado y exposición solar.
¿Se puede combinar con otros tratamientos?
Sí, con hidratación y protección solar.
¿Es seguro para todos los tipos de piel?
Requiere valoración para evitar hiperpigmentación.

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